Tamara García es la goleadora de Medea y una de las referentes del equipo, ya que hace 15 años juega en este club. Se fue un año, y ese tiempo le bastó para darse cuenta que su lugar estaba con la camiseta tricolor. El año pasado sufrieron la pérdida de su delegado Santiago Arévalo, lo que las golpeó duro y las llevó al descenso. Nos contó sobre su lesión, el esfuerzo que hacen las jugadoras para jugar, y su descontento con las políticas de la liga para con el fútbol femenino. Hoy en el párate por la pandemia, está esperanzada en poder volver a jugar.
Por: Ruth Ordonez.
“Comencé a jugar como la mayoría, con mis hermanos y amigos, pero como hacía atletismo de forma profesional y competitiva recién me incorpore a un equipo de fútbol a los 17 años.”
-¿Hace cuánto tiempo que estás jugando en Medea?
“Estoy hace 15 años. Un año me fui del club y fue ahí que comprobé que mi casa era Medea y que no me volvería a ir nunca más.”
-Cuando te lesionaste más allá del dolor del golpe, ¿ese llanto lo provocó pensar que podías llegar a tener que dejar de jugar el fútbol por un tiempo?
“Las mujeres que jugamos al fútbol solo lloramos cuando sabemos que nos rompimos. Ves a tus compañeras o rivales que reciben patadas o codazos, manotazos y no es el circo que hacen los hombres. Aún por suerte no tenemos incorporados esas mañas jaja.”
-El año pasado venían terceras, pero luego a mitad de año descendieron. ¿Sentís que quizás el descenso se debió a la fractura que tuviste y que te impidió jugar unos meses, siendo la goleadora del equipo?
“No, el bajón que tuvimos en los resultados y rendimientos fue por algo mucho más importante que mi lesión de rodilla. Fue el fallecimiento de Santiago, nuestro delegado, el fundador de Medea femenino, y por sobre todo amigo. Eso lo generó. En lo psicológico fue un golpe muy duro del que no nos pudimos recomponer y empezaron a surgir las lesiones, no solo mía, sino las de varias de las chicas titulares, y sumado a que la mayoría somos del Interior se complicaba repetir equipo y esquema.”-A la perdida física de su delegado, se sumó el retiró en el femenino de su entrenador histórico Pochi Gimenez. ¿Pensas que este año también iba a influir lo emocional y lo psicológico en el juego, teniendo en cuanto que ya no cuentan con estas dos personas importantes para ustedes?
“Muchísimo. Lo de Santiago no pudimos superarlo el año pasado, se veía en los entrenamientos, en el vestuario, el llegar y sentir ese vacío. Hicimos un esfuerzo tremendo para hacer lo que mejor podíamos. Por eso es que nos planteábamos a comienzo de año que este sería para la mayoría el último, pero que queríamos revancha. Pochi, en mi opinión personal, es el mejor DT del fútbol femenino en Córdoba, es una pieza muy importante para nosotras. Pero también sabíamos que todo tiene su ciclo y Medea está por encima de Pochi y de las jugadoras. Él tiene ahora un proyecto muy merecido, y es entrenar la primera del masculino, ojalá Dios lo ayude y pueda devolver a Primera al club.”
-¿Qué pasa por la mente de una jugadora del fútbol al no poder jugar en estos momentos por la pandemia?
“Creo que así como el hombre es apasionado por el fútbol, hoy la mujer también lo es, siempre nos costó más todo y por eso es que lo disfrutamos más. El no poder hacerlo desespera, no solo por los sábados de liga, sino también por los entrenamientos, por los partidos de amigas entre semana es un cable a tierra. Eso te desconecta de todo.”
-¿Tenés esperanza de que se vuelva a jugar este año?
“La esperanza siempre está. Siempre se sueña con volver a las canchas, ver a tus compañeras, compartir después del entrenamiento. A veces ves que vuelven tantas cosas, bares, resto, y el fútbol 5 por ejemplo que son 10 personas haciendo deporte, que es vida, no se puede. A veces no se entiende pero habrá que tener paciencia y cuidarnos un poco más.”
-¿Estás de acuerdo con el limite de 33 años para poder jugar al fútbol femenino en la liga?
“En lo absoluto. No tiene una respuesta contundente ni objetiva ni justificada por ningún lado. Argumentan que generamos gastos. En lo personal me lesioné en un partido de liga y supuestamente estoy asegurada, toda mi rehabilitación, más de 40 sesiones de fisio, horas de gimnasio, infiltraciones para aliviar el dolor y reducir la inflamación las pagué de mi bolsillo. Los carnets no nos los regala nadie, y los sábados cada equipo junta la plata ya sea de rifas, buffet, estacionamiento o de nuestro bolsillo. Solo ponen excusas para de a poco hacer desaparecer el femenino así como lo hicieron con la reserva. La Liga retrocede año tras año y esto no se puede permitir.”
-¿Qué es lo que más extrañas del fútbol?
“Los entrenamientos, extraño lo poco serias que son mis compañeras, extraño la Coca Cola después de cada entrenamiento, el vestuario antes y después de cada partido, somos más que un equipo, familia.”
-Al ser la goleadora del equipo, ¿pensás que este parate del fútbol te puede llegar a jugar en contra en la cancha cuando retomen?
“No me considero goleadora, más allá que venía teniendo suerte, convirtiendo y ayudando a mi equipo, es lo único en que siempre pienso. Si para ayudar debo hacer un saque lateral, hacer marca personal o la suerte de hacer un gol bienvenido sea, la idea es sumar para ayudar a mis compañeras. Y el párate complica todo, desde el contacto con la pelota hasta el tema de lesiones, pero si vamos a tener eso fijo en la cabeza entonces no podríamos hacerlo.”
-¿Quién es tu referente futbolístico?
“Mi ídolo futbolísticamente siempre fue Riquelme. Siempre me inclino por los o las jugadoras inteligentes con o sin la pelota. Me gusta más la rapidez e inteligencia mental, que la física en la cancha.”
-¿Cuáles son tus sueños o metas a futuro en materia futbolística?
“Realmente no me fijé ninguna meta con el tema futbolístico en lo personal, pero siempre que mi físico lo permita haré fútbol o desde donde me toque colaborar.”
Kinesiología, Fisioterapia Licenciada Lorena Rigoni
(matricula 4860), Estética, traumatología, Rehabilitación.
Depilación definitiva con Laser soprano.
Atiende con Mutuales, Particulares y a Domicilio.
Ubicado en Ramón Barrera (ex 13) al 5130 barrio Inaudi.
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