Por: Paola Tejerina
Ambos se formaron en el club, llevan jugando casi 20 años
juntos, sólo se separaron cuando Juan se fue a Instituto y Pipi a Escuela Pte
Roca. Dicen que al primer amor siempre se vuelve y claramente ellos lo
hicieron, y como no volver, si rieron y lloraron por los colores, vivieron
grandes y malos momentos, pero siempre juntos apoyándose para levantar cabeza y
seguir.
Hoy son dos de los referentes del plantel, son los
encargados de transmitir a los más chicos el amor por los colores, el barrio, la
camiseta y que vayas donde vayas el club está primero. La redonda los unió,
pero ellos se hicieron familia, hoy comparten cumpleaños, juntadas, fiestas,
están en las buenas como en las malas, y nunca faltan las palabras de aliento
cuando uno está mal.
Pero la historia no todo es color rosa, las diferencias
al principio siempre estuvieron, Pipi
era bastante polvorita, le gusta hacer bromas y pelearse, en cambio Juan tenía
una limitación, sus padres le habían advertido, que si él era parte de una
pelea o un problema no lo iban a llevar a entrenar por un buen tiempo, el peor
castigo para un niño que amaba jugar al fútbol.
Juan comentó; "Cuando éramos chicos, Pipi siempre buscaba hacernos enojar, era el más enano de todos y re polvorita, en un partido con Los Andes en nuestra cancha, terminaron peleando todos y yo en una esquina porque mi papá estaba en la tribuna y yo ya estaba advertido desde que llegue a la cancha, así que me aislé del problema. Otro momento así loco fue en la cancha del Cibi estábamos jugamos y en un momento se pusieron a pelear por situaciones del partido y de la nada el papá de un compañero sacó una pistola y lanzó tiros al aire, eso fue muy oscuro (risas), el susto que nos pegamos fue increíble, por suerte nunca paso a mayores y hoy es solo un recuerdo gracioso."
Con diferencias y virtudes aprendieron y fueron creciendo juntos, cuando uno caía el otro le
daba la mano para levantarse, sacudirse el polvo y seguir. Por ese cariño y
apoyo su amistad traspasó el verde césped y hoy son como hermanos.
Las bromas nunca faltaron, y Pipi se defendió de las
acusaciones de Juan, "Siempre fue
miedoso para ir a las piñas, todo el plantel peleaba y él estaba escondido
atrás del banderín, hasta un profe lo charlaba (risas)." Además agregó una anécdota más de grande, la
cual siempre está presente cuando se juntan.
"En un
partido contra Deportivo Atalaya, me pidió patear un tiro libre, con toda la fe
del mundo, por dentro mío dije bueno lo dejo está convencido que va a
convertir. Le concedí el tiro y para que, la mando re lejos (risas), siempre lo
molesto con eso."
Hoy la pandemia por el Coronavirus los alejo de su casa,
de los vestuarios que fue testigo de tantas bromas, risas y llantos, pero
seguro volverán más fuerte que nunca para defender los colores que tanto aman.
Si ellos fueron de esos que se quedaron a lucharla para devolver a Las Flores a
primera, mostrando más sentido de pertenencia que nunca.
Nota auspiciada por:
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(matricula 4860), Estética, traumatología, Rehabilitación.
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