Por: Paoo Tejerina
Por más que hayan tenido un mal día, en casa te esperan para abrazarte y apoyarte.
¿Qué sería de ustedes sin su familia? son ellos los que te siguen a todos lados. Mamá te prepara el bolso para entrenar, agua bendita antes de irte a jugar, que nunca falte el “Suerte Hijo” con el beso en la frente o en el cachete. El golpecito de papá en la espalda, tus hermanos mirandote con orgullo, a ellos no les importa el resultado, sólo tu felicidad.
Así como están los que desde afuera te alientan, algunos tienen a su papá sentado en el banco de suplentes, que se muerde los labios para no gritar tus goles. Uno de los casos más conocido es de los Montenegro de Bella Vista, que hace poco el abrazo con su hijo se volvió a repetir tras una final opaca para los “Verde”, pero Ricardo cuándo abrazó a su hijo le dijo “Volví por vos”.
Es una de las miles de historias que podemos ver en la Liga porque la vemos todos los sábados en distintas canchas.
También están los jugadores que están lejos y la familia se prende en una computadora para ver y hacerle llegar el aliento a su hijo o hermano, en este caso Julio Martínez jugador de Sportivo Barracas que milita la Primera D en Buenos Aires. Rodrigo Ligorria en Guatemala, Jeremías Pérez ex Juniors hoy en Nueva Zelanda, para la familia no existe día, clima o cancha para que estén presentes todos alentando.
Que sería la vida de un jugador sin contar con su familia, que sería de nosotros los periodistas sin el apoyo de la nuestra.
¡¡Que viva el fútbol de nuestra liga y que nunca nos falten nuestros pilares dentro y fuera de la cancha!!
