El reclamo no es descabellado, es algo tan simple que con organización – algo que escasea en el organismo rector de nuestro fútbol - podría ser posible. Ellas lo único que piden es igualdad, quieren disfrutar jugando los 90 minutos.
Actualmente solo juegan sesenta, dividido en dos tiempos de treinta, pocos para lo que ellas merecen. El femenino es el fútbol del primer turno, de tribunas casi vacías, el de coberturas periodísticas escasas, pero tan o más sacrificado que el de los varones, que no tienen que luchar contra las limitaciones impuestas por una cultura futbolista que aún le queda camino para liberarse del machismo.
Ellas piden ser independientes, es sabido en la Liga que el conjunto femenino depende del de los varones para saber si se quedan o no en la categoría. Es inexplicable como “Las Tigresas” de Bella Vista - un equipo que posee un alto nivel fùtbolístico y que han salido campeonas los últimos dos años – sigan estancadas en la B.
Es el caso de las chicas de Lasallano que en 2016 pelearon hasta el último momento el campeonato en primera y tuvieron que descender irremediablemente por los malos resultados del elenco masculino.
Gobernadas totalmente por el desinterés, ellas salen todos los sábados a comerse la cancha, los partidos son intensos, la adrenalina se siente en el ambiente, son dueñas de goleadas épicas que superan los catorce goles, pero inéditamente solo se contabilizan hasta los siete, inimaginable que ocurra tal aberración al esfuerzo en la primera local.
Es por lejos aconsejable invitarlos a ver este “otro fútbol”. Verán a Belgrano - unas verdaderas súper campeonas dueñas de un invicto que supera los 130 partidos - exhiben una calidad de juego envidiable por cualquier equipo varonil. Con solo ver en la lista a Romina “Pepa” Gomez (10) y Amancay Urbani (8) es garantía de buen espectáculo para los amantes del balompié.
Racing no se queda atrás, forzó a “Las Piratas” jugar dos finales impresionantes. En Talleres hay una goleadora de raza llamada Florencia Pianello y una defensora de selección nacional como Shirley Sosa. Tendrán en “Las Poetas” de Juniors la seguridad de ver un buen partido, fueron evolucionando notablemente gracias al esfuerzo de las mismas y la continuidad de una prometedora idea de juego.
Y así los casos y los nombres son incontables, excelentes jugadoras y equipos que merecen ser nombrados uno por uno, es injusto pero los párrafos son así. Ellas son de secundaria, son de facultad, son de laburo, pero sobre todo son jugadoras de fútbol hechas y derechas que solo reclaman lo que por derecho es suyo.
Es el ferviente deseo de los que apoyamos esta causa, que la mano cambie en algún momento. Que los responsables le brinden igualdad a las que transpiran la camiseta de forma admirable todos los sábados al medio día, porque sin dudas ellas también son de primera.
Por: Gabriel Martinez
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