Natasha Mondino tiene 27 años y es oriunda
de Alcira Gigena Córdoba, actualmente se encuentra jugando en C. D. Monte
Feminas un equipo que se encuentra en Santander, España, nos cuenta como llego
de defender los 3 palos de Talleres, y a estar a punto de jugar en la primera
categoría de la liga española.
Por: Ana Luz Bernal
Edición: Paola Tejerina
-¿El fútbol fue tu primer deporte?
“La verdad que no, desde que tengo uso de
razón me gusto el deporte. A partir de los 3 años comencé a jugar al hockey en
el club Roncedo hasta que a los 14 años me di cuenta que a pesar de que me
gustaba la disciplina y siempre “tuve suerte” me aburrió un poco porque ya
había jugado varias competiciones tanto a nivel provincial como nacional, ósea
como que había experimentado todo en cierta forma.”
-¿Y cómo comenzaste a jugar?
-“A partir de los 7 años más o menos jugaba
al fútbol con mis primos y con los vecinos en la esquina de casa. Tiempo
después de haber dejado el hockey propuse en el mismo club armar un equipo de
fútbol, aunque sea en cancha chica estilo futsal así que cuando desde el club me
dieron el ok busque un entrenador y comencé también a convocar chicas para
empezar a armar el equipo. En los primeros meses éramos entre 7 y 8 que íbamos
junto con el dt a jugar a las ciudades vecinas, a los pueblos más cercanos.
Comencé jugando como delantera y me di cuenta que me aburría, básicamente no
era lo mío. Al poco tiempo de empezar a jugar tuve una lesión en la rodilla
(distención de ligamentos) y fui al arco, ahí fue cuando descubrí que defender
los 3 palos era lo que más me gustaba.”
-¿De qué forma llegaste a jugar en Talleres?
-“En el 2012 me entero, gracias a algunos
integrantes de las filiales de Talleres que había en Alcira Gigena y Elena, que
se iban a hacer pruebas para armar el equipo de fútbol femenino. Uno de los
chicos me llevo a las pruebas, había muchísimas chicas, y nuevamente apareció
mi suerte y quede. Arranque en el club en marzo de ese año hasta el 2018. La
verdad hice mucho sacrificio para irme hasta Córdoba a entrenar y jugar.
Comencé a trabajar en una avícola a la madrugada y con lo que ganaba me pagaba
los pasajes todos los martes y jueves para entrenar y los sábados para jugar.”
“Realmente tengo que agradecer a los
entrenadores y a mis compañeras porque con ellas hacíamos rifas y con la plata
que se juntaba me ayudaban a costear un poco los gastos y a su vez juntábamos
también para pagarnos los carnets de la liga, la comida y algún que otro gasto
que tuviéramos sobre todo los días de partido.”
“Es más, una vez nos tocaba ir a jugar a
Lasallano, tenía que estar en la cancha a las 11 de la mañana, con tanta mala
suerte que esa noche me enteré que había paro de colectivos de larga distancia
así que deje todo listo y puse la alarma. Me desperté ese domingo a las 6 am, me
tome un interurbano que me dejaba en Alma fuerte y cuando llegue ahí empecé a
hacer dedo (por dentro mío pensaba, como sea, pero voy a llegar a la cancha).
Espere por un largo rato, pasaban camiones y nadie frenaba.”
-¿Y qué
hiciste?, como continuo la historia
“Se hicieron las 09:45 de la mañana y yo ya
pensaba en llamar a alguien que me viniera a buscar para volver a mi casa y en
eso frena un auto y se baja un chico que resulto ser el guitarrista de Carlos
Gómez (que era quien manejaba), payador de La Pampa que se iba a Jesús María y
me pregunto a donde iba, le comente que tenía que ir a jugar un campeonato y
así fue como me dijo que me llevaba (ellos también estaban llegando con el
tiempo justo) y me dejaron en la puerta de la cancha. Llegue a las 11:05 y
terminamos haciéndonos amigos hasta me hizo llegar a casa un poster firmado. Realmente
no me arrepiento de los sacrificios ya que lo hice por amor al fútbol y sobre
todo porque se puede decir que soy la hincha n°1 de Talleres. Ya en el 2018 hice la pretemporada, pero no
pude seguir, se me hacía muy difícil el tema de los horarios y continuar
costeando el tema de gastos, aparte había “sacrificado” mucho tiempo en
familia, con quien en ese momento era mi novio, sobre todo por el tiempo de
viaje que tenía. Así que tome la decisión de irme a jugar a liga de Río Cuarto,
comencé a jugar en estudiantes, la verdad que me fue muy bien. No llegue a
estar un año en ese equipo y me vine a España.”
-“En septiembre me hablo un representante
de acá por Instagram y me ofreció venir a hacer una prueba al Club Deportivo
Monte Feminas. Primero que nada, lo consulte con mi mamá porque estaba a punto
de recibirme y básicamente mi pregunta a ella fue “¿vos querés que me reciba y
tenga un título o preferís que siga haciendo lo que realmente me gusta?” y así
fue como agarre la valija y me vine. Llegue a prueba en octubre del 2018 y en
teoría era hasta noviembre, al final me quede hasta diciembre, quede en la
prueba, así que en ese mes me volví a casa, hice todos los papeles para poder
volver a jugar y ya hace un año y medio que estoy acá. Los dirigentes ya son
como mis padres, el cariño que nos tenemos es mutuo, son muy buena gente.
Regrese en enero a Santander ya con todos
los papeles para poder jugar, arranque en la segunda parte del torneo que
finalizo en julio del 2019. En esas vacaciones me fui a casa y en septiembre
volví para comenzar con lo que sería el torneo 2019/2020. Esta última
temporada, los 6 meses que jugué fueron 22 partidos, en los cuales recibí tan
solo 9 goles, hasta este “párate obligatorio” estamos primeras, solo faltan 9
fechas para que termine el torneo, le llevamos 6 puntos de ventaja a las
segundas y si todo sale bien conseguiríamos el ascenso que obviamente es el
objetivo máximo.”
-¿Qué estudiabas? ¿Quedo como materia pendiente obtener el título?
-“Antes de venirme a jugar estudiaba en Río
Cuarto la carrera de Profesorado de Artes Visuales. Cuando me salió la
posibilidad de jugar acá hable con los profes de las materias que me quedaban y
no me permitieron rendir porque me dijeron que me iba a quedar libre así que si
quiero finalizar la carrera tengo que volver a cursar el último año completo.
Previo a esto ya me había recibido de árbitra y de paramédica, aunque aún no
ejercí en ninguno de las dos profesiones pero tengo los títulos que me
habilitan. ”
Estas en un club que es exclusivamente de fútbol femenino, ¿qué
sensaciones te da?
-“Estoy muy contenta de estar acá, es como
mi segunda familia. Muy agradecida también, los dirigentes están siempre
pendientes de nosotras, en mi caso por ejemplo me dan casa, comida, me pagan
los pasajes para ir a casa y volver, sinceramente no me falta nada de nada. El
club es re lindo, tiene 8 categorías. Las jugadoras comienzan a los 7 años ya a
competir, cosa que por ahí falta en nuestro país y más aún en nuestra liga. La
verdad que soy una afortunada de poder vivir esto y en este club en principio.”
-¿Qué es lo que más extrañas de Argentina?
-“Ir a ver Talleres, esa previa que
hacíamos con la banda de Los Paraísos comiendo asado entre los bombos y la
bandera, cada vez que lo pienso se me rompe el corazón. No hace falta ni
aclarar creo yo que, a mi mamá, la familia y a mis amigas las extraño
muchísimo. Las salidas de allá con amigos, el campo, andar a caballo, las
jineteadas, los bailes de Q’ locura, aunque no lo crean, todo el ambiente que
se arma alrededor de esas juntadas que la verdad no es ni el 1% de lo que se
arma acá, porque la gente es muy buena, pero es un poco más fría que nosotros.”
-¿Tenes algún sueño por cumplir?
-“Sinceramente cuando comencé a vivir lo
que es el fútbol profesional me dije a mi misma como que ya estaba cumpliendo
un sueño, que ya no podía pedir más porque la verdad que jamás me imagine poder
vivir del fútbol. Estuve cerca de que me
convocaran a la selección, cuando se hicieron las pruebas en noviembre le
pasaron mis datos al entrenador de arqueras y me escribieron pidiéndome el curriculum,
la verdad fue una satisfacción enorme que me contactaran al menos para verme,
después no me convocaron, pero cuando me escribieron te juro que saltaba de
alegría.
Así que ese es un sueño pendiente, poder
defender los colores de nuestra bandera, entrenar una semana en el predio de la
selección con la ilusión de defender la celeste y blanca. Quien no desearía
defender los colores de su país. Creo que es el anhelo del jugador de cualquier
deporte.”
-Cuando finalice tu carrera dentro de la cancha, ¿te gustaría continuar
ligada al deporte?
-“Si! Antes de venirme, en mi pueblo tenía
una escuelita de fútbol con aproximadamente 120 chicas que iban desde los 7 a
los 50 años, estoy segura de que cuando ya me quedé nuevamente en el
pueblo quiero seguir con ese proyecto y en lo posible ser dirigente de algún
club, sobre todo si puede ser un proyecto como el de este club que se aboca
exclusivamente al fútbol femenino.”
-¿Cuándo y cómo comenzó tu escuelita?
-“Cuando me fui a jugar a la liga de Río
Cuarto como tenía un poco más de tiempo hable con el intendente de mi pueblo y
le presente el proyecto. Sinceramente yo no quería un sueldo, solo pedía ayuda
con un espacio para las chicas y algunos materiales como los arcos y un par de
pelotas. “
“Cuando las autoridades me dieron el Ok
para comenzar empecé con la “campaña” para convocar a las alumnas. En abril fue
el primer entrenamiento, la verdad jamás pensé que iba a tener tanta
repercusión. Ya el primer día asistieron 50 chicas, me tuve que
organizar. Ya llegamos a mayo, eran 120 por clase, ahí tuve que pedirle ayuda a
mi primo y a un amigo para que me dieran una mano con la preparación física,
para eso las dividimos por edades, más o menos tenia de 25 a 30 chicas por
categoría y bueno así armamos también los equipos para que pudieran empezar a
jugar partidos, hasta octubre que empecé a jugar acá y lamentablemente no
pudimos seguir con esto porque mi primo y mi amigo no se animaban a seguir ya
que yo era la que organizaba.”
-¿Qué mensaje le podes dar a las chicas que sueñan con vivir del fútbol?
-“Les diría que nunca dejen de soñar, el
sacrificio forma parte del éxito. Nada llega de arriba, el sacrificio y también
buscar un poco esa suerte es lo que te ayuda a llegar a cumplir tus objetivos.
Lo “malo” también forma parte del sacrificio, nunca dejen de soñar, de
entrenar que tarde o temprano lo bueno llega y los sueños se cumplen.”
-¿Y con respecto a los argentinos en este momento?
-“Que dejen de “boludear” como decimos
nosotros, que tomen conciencia que esto no es un juego. Sin fiesta, sin amigos
y lejos de la familia se puede vivir, esto no es un chiste, la única manera de
salir adelante es haciendo caso, quedándonos en casa y tomando las medidas que
nos dicen los que saben. Ahora muchos estamos lejos de la gente que queremos,
pero si hacemos caso y cumplimos con las medidas de prevención que nos dicen
los que saben pronto vamos a poder juntarnos con la gente que amamos y ¡hacer
lo que nos gusta! Nos cuidemos entre todos y de esa forma vamos a poder salir
adelante.”
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