Nueve años en un
club, hincha – jugador, la camiseta se traspira más por obligación propia, esta
es la historia de Richard Oviedo ex jugador de Villa Azalais. Un día a los 13
años llego al “Villero” y fue amor a primera vista, tras sufrir alta y bajas en
el club, le dijo hasta pronto. En enero, le llegó el momento de expandir las
alas y hoy es flamante refuerzo de Unión San Vicente. Te invitamos a que
conozcas su biografía y te enteres de cada detalle de la vida de este joven
deportista.
Por: Paola Tejerina
-¿Desde qué edad
comenzaste a jugar y quienes te incentivaron a ser jugador?
“Empecé a los 7 años, mis padres me llevaron a Talleres y me
fui formando en lo futbolístico. Este amor por la redonda ya viene de familia,
tengo una familia grande por parte de madre y padre, la mayoría fueron
jugadores de fútbol y muy buenos jugadores”.
-¿Recordas quien fue
tu técnico y cuando fue tu primer partido?
“Mi primer técnico fue Fabián Paz, por ahí lo sigo viendo y
nos acordamos de esos momentos que fueron muy lindos, un recuerdo imborrable. Mi
primer partido, fue en él año 2006 ingresamos al primer campeonato en la Córdoba
Cup, en el predio de Instituto “La Agustina”, hermoso campeonato, muchos clubes
de buen nivel y lo más lindo fue ver como mi familia estaba emocionada de verme
jugar en un club”.
-¿Siempre jugaste en
el mismo puesto o probaste en otros lados?
“Empecé jugando de enganche, me sentía cómodo, pero después
hubo un tiempo que el enganche no era indispensable, y el técnico Marcos
Carnelli, me probó de 8, una posición nueva para mí. Pero debo admitir que también
me fue muy bien, por ser un jugador rápido y tener muy buena ida y vuelta”.
-¿Porque Talleres y
no el club de tu barrio?
“Porque tuve la suerte de que mi viejo me podía llevar, Talleres
es un club grande, otra enseñanza para crecer como jugador al igual que Belgrano e instituto en esa
época. Aparte tenía a mi hermano mayor que era jugador de Talleres así que
aprovechaban y nos llevaban a los 2 juntos”.
-¿qué tan importante
es o fue que tu familia estuvieran siempre atrás del alambrado apoyándote desde
muy chiquito?
“Siguen siendo lo
más importante, porque sin el apoyo de
ellos no sé si seguiría jugando al fútbol en un club. Yo me crié en una Villa,
El Quemadero pase toda mi infancia ahí. Siempre estuve rodeado de muchas
tentaciones, pero ellos me guiaron siempre por el buen camino al igual que
todos mis familiares y amigos que me daban consejos para que yo siguiera jugando
al fútbol porque me veían muchas condiciones para triunfar. Hasta hoy en día me
lo siguen diciendo y eso me alegra mucho, creo que muy pocas familias e amigos
te dan esos tipos de consejos y yo tengo los mejores”.
-¿El partido que más
te gusto en Talleres?
“Contra instituto le ganamos 3 a 2 en cancha de ellos,
salimos campeones del torneo Apertura, se querían morir (risas) era un clásico
imagínate".
-¿el peor partido?
“En el torneo de Súnchales Santa Fe, perdimos 2 a 0 con Colón y no
clasificamos así que nos tuvimos que volver con toda una amargura y tristeza”.
“Mi viejo, fue
técnico un año en mi categoría, para mí y la mayoría fue uno de los mejores por
lo que nos enseñó, su experiencia, las ganas que le metía a cada entrenamiento
y diferenciaba lo nuestro. Adentro de una cancha yo dejaba de ser su hijo e iba
a jugar mientras yo andará bien, si no tendría que ganarme el puesto. Fui varias
veces al banco, por ahí no me tocaba jugar porque no andaba bien, después a
base de trabajo y superación me fui ganando un puesto".
-Seguramente la
exigencia que era más, ¿Fue bueno o malo tener a tu papá como tu técnico?
“Para mí fue bueno, yo lo veía como un técnico más dentro de
la cancha, él era igual con todos. Muchos pensaban que iba a pasar lo contrario
y no fue así, mi papá siempre supo diferenciar nuestra relación en la cancha.
Hace poco vi un ejemplo de Gallardo con su hijo en River, el cuánto que jugó
poco y nada, porque no lo vio a la altura de sus compañeros, mi papá era igual
conmigo”.
-Si tuvieras que
describir a Talleres en tu vida futbolista, ¿qué palabra usas y porque?
“Aprendizaje, fueron mis primeros comienzos en el
fútbol, porque gracias a Talleres conocí
muchos campeonatos, viaje por varios lados, y la unión que había entre los
compañeros. Fue lindo mi paso por esa
gran institución, un buen recuerdo que va a quedar siempre en mí”.
Dejar un club grande con muchas comodidades a un club humilde y grande
por su gente. Richard me cuenta el amor por la “Villa”, club del cual es hincha
y como se da su llegada al “Naranja”.
-Villa Azalais un
club totalmente diferente a Talleres ¿A qué edad llegaste?
“A los 13 años, tenía a mi tío que dirigía la 4ta y me dijo
que fuera a una prueba y termine quedando. Tenía muchos conocidos que jugaban
ahí la mayoría eran del barrio, yo vivo cerca del club así que me quedaba
cómodo para ir a entrenar solo sin necesidad de estar molestando a mi familia
para que me lleve y traiga”.
“Contra instituto de local, ese día perdimos 2 a 0, venía
muy bien la “Gloria” con esa categoría, tenía buenos jugadores y lo demostraban
en la cancha. Nosotros éramos un equipo humilde, muchos chicos por ahí iban a
entrenar otros no, muchos no tenían para pagar la cuota y dejaban de ir, pero
siempre íbamos a divertirnos sin importar el resultado”.
-¿El mejor partido
que jugaste y el peor en Inferiores?
“Contra talleres el mejor, porque era el club donde venía y
quería demostrar, ese día me salían todas (risas), Y peor no tuve por suerte,
siempre fui un jugador regular".
-¿El mejor gol?
“En inferiores para que me acuerde (risas), fue contra el
Cibi íbamos perdiendo 1 a 0 era lindo partido no le podíamos hacer el gol, y
faltando 1 minuto entre por el segundo palo e hice el gol de cabeza, sabes la
felicidad que sentí ese día”.
-¿Cuando fue tu debut
en primera??
“A los 17 de años, fue contra Barrio Parque en cancha de
ellos, recuerdo que perdimos 2 a 0, una amargura tenía”.
-¿Cómo fueron las
horas previas al debut?
“Ansioso y nervioso a la vez, porque iba de titular. Me
acuerdo que me agarro Gabriel Moyano me separo del grupo y me dio toda la
confianza del mundo, me pidió que demostrara lo que sabía y que por algo me
habían subido a primera. Entré a la cancha y de a poco me fui adaptando,
sacándome los nervios. No fue el resultado que esperaba pero bueno en lo
personal me sentía muy bien".
-¿Qué te dijeron en
casa cuando fue el debut, la familia siempre es el mejor critico?
“Muy feliz, ellos sabían que me habían citado pero no sabían
que era de titular, imagínate como estaba yo, me daban todo su cariño. Mi
familia no es muy demostrativa en ese sentido pero uno lo nota, no son de
criticar si iban a la cancha, mi viejo con mi hermano me corregían siempre los
errores que tenía. En ese momento se
armaba el debate de quien tenía razón (risas), ellos lo ven mejor de afuera y
bueno en la semana intentaba mejorar los errores que tenía para el próximo
partido”.
“En un entrenamiento no me acuerdo, pero si en un partido
contra el Carmen de Montecristo, nos cobran un penal nadie sabía quién lo iba a patear, entonces veo
que al árbitro que se asoma y me dice Richard patéalo vos, ya que no le haces
un gol a nadie, me quedé sorprendido mirándolo sin entender nada. Me doy vuelta
y veo a dos compañeros riéndose Acuña y Matorras digo estos le han dicho al árbitro,
bueno agarre la pelota y lo hice ahí se me corto la racha”.
-¿El mejor compañero
que te dejo Villa Azalais?
“Favio Acuña, fue uno de los mejores compañeros, compartimos
3 años seguidos plantel, muy buena persona, un personaje de esos que te hacían
reír todo el entrenamiento e imitaba a todo el mundo (risas). Nos íbamos juntos
siempre a entrenar caminando, aparte de eso hicimos una gran amistad afuera de
la cancha compartimos muchas cosas y la seguimos haciendo aunque estemos en
distintos clubes”.
-¿Un referente que
tuviste en el club?
“Referentes tuve dos, “Tenaza” Moyano y Marcos Rodríguez trasmitían mucho en el
grupo fuera y dentro de la cancha, las arengas que daban, como nos motivaban
antes de cada partido. Ellos siempre unían al grupo desde el más chico, hasta
el más grande, te daban mucha confianza eso nos ayudaba mucho a todos. Por ahí
se ponían locos, pero siempre nos hacían reír, tenían sus días bueno y malos
así que era acostumbrarse nomas (risas)”.
-¿Porque decidís irte
de la Villa?
“Estuve mucho tiempo, creo que necesitaba dar un paso al
costado, cambiar de aire por un tiempo. Me dolió muchísimo tomar esa decisión
por el cariño que siento por ese club, había muchas cosas que me tuve que aguantar sólo. Solamente yo sé lo que sentía en esos momentos, pero lo mismo seguí para
adelante, nunca abandoné en las malas siempre di la cara. No me fui como quería,
que era conseguir el ascenso, pero bueno, me despedí con la cabeza bien alta porque
deje todo, los hinchas y toda la gente que me conoce, me lo reconoció y estoy
seguro que en algún momento voy a volver solo por ellos, los que confiaron en
mi”.
-¿Cómo se da tu
llegada a Unión San Vicente?
“A través de Rubén Poyo, me llamo, me comentó que iba a ser
el técnico de unión y me interesó, no dude en pensarlo. Era un gran desafío
para mí, sé que llegaba a un qué club grande de Liga, tiene su historia, su
gente que siempre te hace sentir cómodo. Estoy contento, me recibieron muy bien
desde que llegué, y ahora bueno esperando el campeonato para aportar mi granito
de arena y demostrar lo que fui aprendiendo en mi formación como jugador”.
-¿Qué conocías de
Unión?
“Sabía que era un club grande con mucha Historia, han jugado
torneos importantes, eso te lo puede decir cualquiera, en cada partido hay que
dejar todo, porque es un club exigente y te obliga a pelear campeonato. La otra
vez en el festejo de su cumpleaños me sorprendió la cantidad de gente que había
y la pasión que sienten por esa institución, eso me motiva mucho más y estoy ansioso,
quiero ponerme ya esa camiseta y defenderla a muerte”.
-¿En cuanto afectó
esto del coronavirus a ustedes como plantel e individualmente?
“Afectó mucho, porque veníamos bien ya preparados para
arrancar el campeonato y dos días antes
de empezar salió todo esto. Pero debemos
tomar conciencia que es algo grave lo que está pasando y hay que cuidar nuestra
salud y la de nuestras familias. En lo individual como verás, cada uno entrena
se la re busca como puede, obvio que no es lo mismo pero hay que mantener el
ritmo, nos mandan ejercicios y cada uno como puede lo hace”.
-¿Un sueño?
“El sueño es el que tuve desde chico, jugar en un equipo
profesional y ser conocido, si no que el fútbol me siga alegrando por muchos
años más”.