Un diablo de buen corazón

Diego Bustos se desempeña como volante central en el recientemente ascendido Avellaneda. Hizo sus inferiores en Talleres pasando por distintos clubes. Hace un tiempo complementa el fútbol con su negocio en el cual intenta ayudar a quienes lo necesitan.
Por: Ana Luz Bernal
Edición: Paola Tejerina


-¿Cómo comenzaste con el fútbol?
“Empecé a los 8 años en Talleres, hice todas mis inferiores ahí y llegué a jugar dos años en categoría de Afa. A los 16 años más o menos tomé la decisión de irme a San Lorenzo de barrio Las Flores. Empecé en la reserva y me acuerdo que en un partido contra Instituto a nosotros nos dirigía “el Hacha” Ludueña y él siempre me decía que le pegara al arco, hasta que una de las ultimas pelotas era un tiro libre en la puerta del área y le hice caso, le pegue y la metí en el ángulo. Ese partido lo ganamos 3 a 2 y así fue como el sábado siguiente pude debutar en primera contra barrio parque a los 17 años gracias a Martín Biverti, él fue quien deposito su confianza en mi."

-¿En que otro club jugaste?
"Al poco tiempo me fui a jugar a Lanús donde estuve un año y medio mas o menos. Desde “el granate” me enviaron a España, al Villarreal a hacer una prueba. Estuve aproximadamente 6 meses y me tuve que volver porque aun era menor. Cuando vuelvo a Lanús me avisan que me habían dejado libre asique comencé a buscar club nuevamente y llegue a Racing de nueva Italia. Allí estaba Atilio Oyola quien me probo y me dijo que me quedara que me iba a tener en cuenta para el plantel que estaba jugando en el Argentino A, pero al poco tiempo hubo cambio de Dt y bajaron a varios entre ellos a mi a la local.
A partir de ahí comencé a circular por varios clubes sobre todo del interior como Central de Río Segundo, Central Córdoba de Pilar, Sportivo Tirolesa, 9 de Julio de Las Junturas, Colón de Colonia Caroya hasta que volví a la liga.”


-Volviste a las canchas de la Liga, ¿Gracias a quien fue esa vuelta?
“Después de mi paso por Colón había quedado libre, en ese momento Paúl Cantero era preparador físico en Los Andes y el hablo con Darío Poyo que estaba como dt y me dieron la bienvenida al club. Al poco tiempo me hablo el coordinador de un equipo que se estaba formando, me hizo una propuesta por lo que empecé a hacer la pretemporada hasta jugué algunos amistosos, pero al final no se concreto lo que me habían propuesto asique quede libre.
Empecé a buscar club nuevamente mientras tanto trabajaba con mis padres en mi negocio hasta que hablando con Paúl me dijo que estaba en Avellaneda con Humberto Madriaga y hablo con el para que me probaran. Así fue como llegue al "rojo", me costó un poco ponerme al nivel de ellos porque llegue en la segunda parte del torneo y la verdad que venían trabajando muy bien como grupo, tenían un nivel físico importante y yo venia de estar parado un tiempo. Tenían como objetivo principal volver a primera que después de un torneo muy complicado se pudo concretar.”

-Coméntanos un poco como se vivió esa semana previa a la gran final, ¿te preparaste de alguna manera especial?
“Esa semana se nos hizo eterna, en lo único que pensábamos era en que llegara el domingo, no se nos pasaban más los días, teníamos muchísimas ganas de jugar ese partido. Cuando llego el día de la concentración en el hotel me toco compartir cuarto con Pablo Baena, los últimos 3 partidos los concentre con él. La noche previa nos costo dormir, dábamos vueltas en la cama por la ansiedad del día siguiente y Pablo había llevado el parlante con el que ponemos música en el vestuario, asique a las 7 en punto nos despertamos y pusimos la música a todo volumen en el medio del hotel y nos pusimos a saltar, a bailar en la habitación, hasta que subió el conserje a pedirnos que la bajáramos."

-Estaban a punto de ser echados de tanto ruido, ¿cómo sigue la historia?
"Hicimos caso, la bajamos hasta que se fue y después la volvimos a subir. Ya necesitábamos que llegara la hora, salíamos a caminar por el hotel, desayunamos, almorzamos y la ansiedad crecía cada vez más hasta que llegó la hora de ir a la cancha. Cuando llegamos fue hermoso porque estaban los hinchas esperándonos con las banderas, los bombos, la verdad un recibimiento muy lindo. Cuando íbamos entrando al vestuario cantaban, nos daban palabras de aliento.”


-Te toco ver gran parte del partido desde el banco, ¿Cómo te sentiste?
“Tenia muchas ganas de jugar de entrada, quería pisar el césped y comerme la cancha, buscar cada pelota, hacer un gol, todo lo que se sueña en una final, pero bueno, no todos podemos entrar. Me toco verlo de afuera aguantando a mis compañeros. Mientras hacíamos la entrada en calor durante el partido lo miraba al técnico como pidiéndole por favor que me dejara entrar y poder decir que jugué ese partido."
"No me acuerdo si fue el primer o el segundo cambio donde entro, se vivía realmente con clima de final. Por el marco de público que estaba lleno de los dos lados, por como se estaba dando el partido. A los pocos minutos Miguel Puebla hizo el gol, fue una cosa de locos, mil sensaciones me pasaban por el cuerpo. Se me puso la piel de gallina, el corazón me latía a full, no sabia que hacer, si gritar, saltar, ir con la gente, con mis compañeros. Ahí comenzamos a aguantar el partido, a pelear cada pelota como si fuera la última y cuando el arbitro indicó el final explotamos todos. Corrimos para todos lados a saludar a la gente, a mis compañeros, ese día fue mi familia también asique me acerque y les regale la ropa. Es algo que no nos vamos a olvidar jamás.”

- Tenes tu negocio, ¿Cómo manejas los tiempos con el entrenamiento?
“Si, es un negocio que comparto con mis padres en barrio Empalme, yo me hago cargo de la panadería y ellos de la fiambrería. Cuando estamos entrenando normal en el horario de abrir me ayuda mi mamá. Cuando terminó de  entrenar trato de volver rápido, me ducho y ya me quedo atendiendo hasta el horario del cierre. Tengo la suerte de que mis padres me ayudan. Y en los momentos que estamos pasando entreno durante la siesta por lo menos una hora en casa,  hasta que llega el horario de abrir.”

- ¿Cómo se maneja la necesidad de la gente con lo que estamos viviendo?
“En nuestro caso, hace un tiempo, antes de que comenzara la cuarentena decidimos poner en la puerta del local un cajón con mercadería que nos sobraba del día anterior porque veíamos con mis papas que mucha gente venia al negocio venía a pedir, sobre todo niños, entonces de esa manera el pan, los criollos y las facturas que quedan del día anterior las ponemos en la puerta y nuestros clientes ya saben el mecanismo entonces el que puede compra y el que no saca de ahí. Hablando ya desde que estamos con el tema de la pandemia y la cuarentena, hace unos días vino un hombre en silla de ruedas llamador Héctor que me contó que vive en barrio Acosta y estaba pidiendo latas para después venderlas asique le dimos algo de pan y mercadería. También juntamos algo de mercadería junto con Joel Arce, para entregar a gente que necesitaba cerca de nuestra cancha. Ayudar es un gran acto de amor y mientras nosotros podamos lo vamos a seguir haciendo."








Nota Auspiciada por:  La "Fabrica de Futbolistas" es un grupo de entrenamiento físico-técnico específico para fútbol.🏃🏽⚽🏋🏽
A la cual asisten jugadores tanto amateurs como profesionales durante todo el año.🗓
Se hace foco en el desarrollo de las capacidades físicas, la técnica y la táctica específica del deporte.⚽🥅
A partir de los 15 años.
Cualquier duda o consulta.
Profe Paúl 3516614734


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