Por: Paola Tejerina
-El amor por el fútbol siempre esta, ¿vos a qué edad comenzaste y quien o quienes te motivaron
a jugar?
“Empecé a jugar a los 7 años, incentivado por mi hermano que
en ese entonces era arquero y siempre lo acompañábamos a jugar, hasta que me dejaron
entrenar a mí. Desde ahí empezó este amor por la caprichosa”.
-¿Cuál fue el primer
club que te vio formarte?
“Un club de barrio, Unión y Amistad se llamaba, el director
técnico era Hugo Villegas jugué todo un año, después pase a Boca de Córdoba que
también hice un año ahí, Y luego me llevan a River que de ese entonces era de Comizzo.
Logre jugar contra las categorías de Buenos Aires, jugando para la “Banda”. A
todo esto yo era de delantero (risas), hacia goles, pero tuve más asistencias, los
técnicos se enojaban porque hacia yo la jugada, pero era otro el que definía. En
Unión comencé a jugar con Facundo Villegas,
actual jugador de Almirante Brown, era el equipo de su tío, desde chicos nos
fuimos formando juntos, un tiempo fuimos compañeros en el “Taladro” y
últimamente nos enfrentamos. Los primeros años en el club, la municipalidad
organizaba torneos con los equipos de barrios y Talleres, Belgrano, Racing los
candidatos de siempre. En uno de los torneo sale campeón mi categoría, por tanda
de penales, y el arquero era yo (risas), no me acuerdo porque no había ido el
arquero y yo de cara dura fui al arco, encima ataje el penal y salimos
campeones por 4 – 3 y de premio tuvimos un viaje a Embalse, así que disfruté un
leve paso por el arco también.
-Nada que ver con el
puesto de ahora, ¿Cuánto duro el amor de ser delantero?
“A los 12 me llegó
una oportunidad de Belgrano, era para una prueba de una de sus categorías en el
cual yo me iba a probar de delantero. Yo llego al lugar me presento y me
preguntan de que jugaba, les dije que de delantero y ya había como 15, así que
no sabía cuándo iba a jugar. Entreno una semana con ellos, hasta que llego el
partido de prueba, a todo esto, entran a jugar los maso menos "altos"
así los llamaba el profe, obviamente yo no (risas). Veía que todos jugaban y
conmigo no pasaba nada, me miraban y decían que era bajito. Se lesionó el
lateral izquierdo que estaba haciendo la prueba y empezaron a preguntar que
quien jugaba de 3, como veía que me faltaba mucho para entrar y ya era el
segundo tiempo, les dije que yo jugaba de en ese puesto también. Al terminar el
partido me decían los profes que iba andar bien en ese puesto, así que dije
chau delantero (risas). Volvimos a la semana y habían cambiado los técnicos y dijeron
que la lista ya estaba llena, que fuera a fin de año con el “Tano” Spallina, que
él me iba a hacer la prueba, acá dije que no me llaman más, ya que me dijeron el
famoso "después te llamamos”.
“Pase por Escuela Presidente Roca, a través de un vecino que
me llevo a una prueba, tuve breve paso. Después fui a Huracán de barrio La France,
pero no me daba con los horarios del colegio y entonces deje. Mis viejos
siempre querían que estudiara por sobre todo, Mi abuela fue siempre la única que
quiso que fuera jugador, después con el tiempo mis viejos lo aceptaron, hasta
el día de hoy no me fueron a ver, pero ellos siempre están esperándome para un
abrazo o un beso después de cada partido.
-¿Después a donde te
fuiste?
“A los 15 años empiezo a jugar en el barrio, con un Club que
se llama El Porvenir de Carlos "Pecos" Jiménez, ya en ese año era de
defensor definido, y entre a jugar en reserva, jugamos los campeonatos que
hacia Talleres en su predio. El cual gane uno estando en reserva y otro en
primera ganándole la final a Racing, no éramos el favorito para nada, pero ahí estábamos
peleando contra los gigantes (risas). Al predio de Talleres cuando jugábamos
los torneos íbamos caminando a las 7 de la mañana, terminamos de jugar y
emprendimos el viaje a casa nuevamente caminando. En ese mismo año tuve una
prueba para Talleres, en el cual me fue mal por pelearme con el hijo de un dirigente,
volví a El Porvenir jugué 2 años y me consiguieron una prueba para jugar en las
flores ya con 17 años. Carlos me enseño el respeto hacia los mayores y a mis compañeros al no llegar tarde a entrenar,ser responsable, ayudar siempre, estar ahí cuando un compañero lo necesite me formó como persona y como ser un gran compañero en el vestuario”.
-Jugaste en tres puestos,
totalmente diferente, ¿con cuál fue mejor?
“De arquero no me veo, no me gusta quedarme quieto, te mandas
un moco y termina en gol, me gusta más salir, encarar (risas). Defensor si
porque me gusta proteger al que está a mi lado, estar siempre cara a cara y
cuando les quito la pelota, es un placer. Delantero tenes que estar siempre en
el mismo lugar para hacer goles o tocar pases a tu compañero. Ahora si me
preguntas con cual me quedo, hoy te digo defensor, pero por momentos me voy
para arriba, me agarra esos recuerdos que fui delantero y me voy. Soy el típico
jugador que si te falta uno en el puesto que sea, me mando (risas), no sé si lo
hare bien o mal, pero me gusta sumar mi granito de arena.
-¿Cómo se da tu
llegada a Las Flores?
“Empecé a jugar en el club a los 17 años, yo llego gracias a
un conocido mío que era amigo del presidente Sergio Frías que me consiguió una
prueba para 4ta división, que en ese entonces era dirigida por Ángel Ibáñez”.
“Ese año a principio de pretemporada me lesiono, esguince de
tobillo de 2 grado y tendinitis en la
rodilla. Vuelvo a entrenar después de recuperarme a fines de febrero maso menos, estaba mal físicamente. El técnico era Alberto
López, comenzando marzo me dice que no me iba a tener en cuenta, por no estar
al 100%, y que me faltaba fútbol, pero que me iba a dejar entrenar con el
equipo si yo quería. En ese momento, cualquiera en mi lugar se va a otro lado,
pero yo lo vi como un desafió más, empecé a entrenar a la mañana en el gimnasio
y a la tarde en el club. Me cuidaba con las comidas, arrancó en el banco de reserva,
fui mejorando entendiendo su forma de jugar y me gane la titularidad. Hice un
buen partido contra Barrio Parque jugando primer tiempo de tres, y el segundo
de volante por izquierda. La semana siguiente tocaba jugar contra Racing de
local y el 3 de primera venía con molestia, en ese entonces era Francisco Cufre,
en el partido sale lesionado, yo juego para reserva ganando el partido por 3 a
1. Luego viene el receso de dos semanas en Liga, estuve toda una semana
probando en ese puesto, iban probando con Villagra, Tello y Márquez, pensando y
mentalizándome que pronto iba a llegar mi turno. Juan Villagra el día después de mi debut, me escribió palabras lindas, que me llegaron y hoy es un amigo al cual quiero mucho, se ve que todo lo que me enseñaron lo deje bien representado adentro y fuera de la cancha.
-¿Quiénes fueron los que más te hablaron en esos momentos?
“Nicolás "Melli" Pasquali, fue el que más me hablo,
me decía que estuviera tranquilo que venía haciendo buenos partidos y que ya
iba a llegar la oportunidad. El profe de reserva era el y Rodrigo López Juri el
PF, me decían que estaba haciendo buenos partidos, que estaba bien físicamente
y que me estaban mirando para ser el 3 de primera. También mis compañeros me
apoyaban un montón, un día se me acercó el técnico Alberto López y me preguntó
como estaba, le respondo que bien y me dice más te vale, porque el sábado vas
de titular para primera. No le creí al principio, después cuando dicen los
citados, caí que era verdad y que era mi hora de jugar en el primer equipo”.
-Las palabras mágicas
llegaron al igual que el día, ¿Cómo fueron las horas previas en el vestuario?
“Estaba ansioso, quería jugar ya, el sábado en el vestuario
me temblaba todo, el técnico dando las indicaciones y yo pensando en otra cosa
como si no hubiera nadie a mi alrededor. En ese momento se me acercan Barone,
Ledesma, Tello, Sabadin y Carranza, a decirme que esté tranquilo que este es el
partido para demostrar y que pensara en todo el esfuerzo que hice para llegar
hasta ahí. Entre a jugar como siempre, como si fuera el último partido de mi
vida, terminó el partido 1 a 1 Contra Libertad. Jugué completo los 90 minutos había
hecho un excelente partido, el cual me lo confirmaron mis compañeros y la gente
de afuera. Después me llegaron las felicitaciones de Elmer “Chino” Sánchez, Nicolás
Pasquali tuve la suerte que compartir vestuarios y canchas con ellos, Me
enseñaron mucho, hasta el día de hoy Melli lo sigue haciendo. Las tres palabras
que chino me dejo cuando se retiró SACRIFICIO, HUMILDAD Y COMPAÑERISMO”.
“Refugio, porque entras
al club te olvidas de todo, tus problemas se acaban y sos feliz cada 90 minutos
y de lunes a sábado por 2 horas”.
-¿Ídolo al que tratas
de imitar o seguir?
-Leonel Messi máximo ídolo, en mi puesto Nicolás Tagliafico,
todo un SEÑOR y claro ejemplo a seguir, y en el club lo tengo como ídolo a mi compañero y
amigo Francisco Tello.
-¿Un sueño?
-Vivir de esto que amo y llegar a jugar en la selección Mayor.
Kinesiología, Fisioterapia Licenciada Lorena Rigoni
(matricula 4860), Estética, traumatología, Rehabilitación.
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